Esta es una de las preguntas más frecuentes que se hacen las familias, especialmente durante los primeros años. En este artículo te explicamos las principales señales de alerta que indican cuándo es necesario acudir a una consulta pediátrica.
Si la fiebre persiste más de 48 horas, especialmente en menores de 3 meses, es importante llevar al niño al pediatra. También si la temperatura supera los 39 °C o hay dificultad para bajarla con antitérmicos.
Cuando un niño está más somnoliento de lo normal, irritable o con pérdida de apetito durante más de 24 horas, podría ser señal de un problema subyacente. En esos casos, consultar al pediatra a tiempo ayuda a detectar enfermedades a tiempo.
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Lesiones, manchas o brotes que aparecen de forma repentina, sobre todo si se acompañan de fiebre, deben ser valoradas. Llevar al niño al pediatra permitirá diagnosticar si se trata de una reacción alérgica, una infección o una enfermedad vírica.
No todos los síntomas requieren urgencias, pero cuando tengas dudas, es mejor consultar a tiempo. Una evaluación médica temprana puede evitar complicaciones mayores.
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